Hoy aprovecharemos nuestro blog para hablar sobre la respiración de las plantas, un proceso que consiste en usar los azúcares que se producen en la fotosíntesis y el oxígeno para producir la energía que influirá en su crecimiento.
LA RESPIRACIÓN DE LAS PLANTAS
Las plantas usan dos componentes para este proceso, por un lado, el dióxido de carbono (CO2), con el que producen azúcares y por otro, el oxígeno (O2) que es tomado a través de los estomas. A diferencia de la fotosíntesis, la respiración de las plantas ocurre en las hojas, en las raíces y en los tallos y dependiendo de la presencia o ausencia de la luz se dan diferentes tipos de respiración.
Temperatura
La temperatura ejerce una función importante en la respiración de las plantas, ya que, aunque esta se produce durante las 24 horas del día, es necesario que durante la noche la planta se encuentre a una temperatura menor para bajar la velocidad de respiración y no estresarse. En caso contrario, las flores y el crecimiento podrían verse afectados.
La función del sustrato
La función del sustrato es servir como zona de intercambio de aire entre la zona de la raíz y la atmósfera y como cada planta necesita diferentes niveles de oxígeno, es importante usar el sustrato adecuado, por ejemplo, se darán ocasiones en las que sea más conveniente el uso de un sustrato con alta aereación y otras en las que el sustrato tenga alta capacidad de retención de agua. Otro aspecto a considerar en este caso es la temperatura del sustrato, ya que hay que tener en cuenta que, si la temperatura de la zona de la raíz aumenta, la concentración de oxígeno del agua disminuye.